'No todas las fuentes de proteína son iguales. Los gatos son carnívoros, y el alimento para gatos IAMS™ contiene proteínas de origen animal que brindan todos los requisitos de aminoácidos esenciales para los gatos. Utilizamos solo fuentes de proteínas altamente digeribles y de alta calidad.
Los ácidos grasos son una parte clave de la nutrición completa del gato. Mantienen una piel saludable, un pelaje brillante, una estructura de membrana adecuada y una salud general. Todos los productos IAMS contienen fuentes de estos ácidos grasos.
Nuestra investigación ha demostrado que la fibra moderadamente fermentable mejora la salud intestinal. Todos los alimentos para gatos de IAMS, incluidos IAMS Purrfect Delicaies™ Select Cuts with Roasted Chicken Entrée, contienen un sistema de fibra moderadamente fermentable para ayudar a mantener saludable el sistema digestivo de su gato, proporcionando energía para las células intestinales y volumen para la movilidad.
Los gatos son criaturas de hábito y pueden resistir el cambio de dieta. Es importante dejar de alimentar a tu gato desde la mesa por completo. Esto se logra mejor sacando al gato de la cocina durante las comidas. Sea persistente al ofrecer alimentos secos. Su gato puede negarse a comer durante varias comidas antes de decidir probar el alimento. Calentar la comida en el microondas aumenta el aroma de la comida y, a menudo, atraerá a un gato a comer. Otra alternativa es intentar mezclar un poco de comida húmeda con la comida seca, o cubrirla con una salsa o jugo específicamente formulado para mascotas. Tenga la seguridad de que su gato come para satisfacer sus necesidades de energía y eventualmente comenzará a comer a menos que haya un problema médico subyacente.
Tenga en cuenta que las heces de su gato deben ser pequeñas y firmes. La mayoría de los casos de estreñimiento son temporales y se deben a interrupciones en la dieta. Las heces sueltas también suelen ser temporales y pueden deberse a interrupciones en la dieta, así como a muchas otras cosas, incluido un cambio abrupto en la dieta, comer en exceso, parásitos, medicamentos, comer sobras de la mesa, infecciones virales o bacterianas y estrés. Sin embargo, si el estreñimiento o la diarrea persisten, es importante consultar a un veterinario.